Fermin Etxegoien, Autokarabana

Fermin Etxegoien y José Fernández de la Sota han sido los ganadores del Premio Euskadi de Literatura del 2010 de euskera y castellano, por las obras «Autokarabana» y «Vacilación» respectivamente. Ayer les entregó el premio (dotado de 18 000 euros brutos) la consejera de cultura del Gobierno Vasco, Blanca Urgell, en Vitoria. Todo son buenas noticias para esta la primera novela de Etxegoien, que ya ganó en abril el Premio Nacional de la Crítica, va por una tercera edición y es más que posible que sea traducida al castellano.

A pesar de no considerarme un gran lector leí «Autokarabana» muy a gusto; ya que la forma de narrar basada en vivencias sacadas directamente de la vida se presta muy bien a ello. Es la historia de un hombre que vive a caballo entre un pueblo guipuzcoano (se supone que Oñati, localidad natal del autor), donde trabaja en una cooperativa, y Bilbao (donde reside su ex-mujer con la hija de ambos y en donde ha pasado gran parte de su juventud). La historia comienza una nochevieja cuando su novia le abandona y nuestro protagonista comienza un desesperado y patético intento de reconquistarla. Hay en la novela una honesta revisión de algunos de nuestros valores colectivos, como son: el euskera, la familia o la patria; y también una parodia del mundo del cooperativismo y el montañismo que, a mi juicio, es menos interesante.

El personaje principal de «Autokarabana» parece sacado del mismo universo de los antihéroes de las películas de Alexander Payne (sobre todo en Election (1999) y Sideways (2004)), entrañables seres cuyos principios inquebrantables se ponen en duda cuando son confrontados con la vida real. Al final, todos podemos tener unos valores muy nobles pero la vida con sus frecuentes putadas nos pone a cada uno en nuestro sitio. Y llegar a esto es lo que creo que consigue Etxegoien en su «Autokarabana», sin ningún maniqueísmo, con sentido de humor, patetismo y ternura.