Javi Ibarretxe y el arte del pitching

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El pasado 15 de abril, a la edad de 52 años y en brazos de sus hermanos, falleció el productor bilbaino Javier Ibarretxe. La noticia cayó como un jarro de agua fría en el rodaje de la película Fuego en cuyo equipo estaban el productor ejecutivo Eduardo Carneros, socio de Javi de siempre; el director de arte, Guillermo Llaguno Ibarretxe; dos integrantes del equipo de producción, Ander e Íñigo De la Fuente Ibarretxe, sobrinos estos tres últimos; y un servidor, al que Javi dio una oportunidad de trabajo en la película dirigida por sus hermanos Esteban y Josemi Ibarretxe Un mundo casi perfecto (2011). 

También fue la primera persona del mundo del cine que leyó un proyecto mío, y siempre le estaré agradecido, no porque apostara por el proyecto (Zu zara nagusia), que no lo hizo, sino porque me dijo que estaba aún muy verde, que no estaba muy clara la idea del documental. Y tenía toda la razón del mundo.

No sé exactamente cuáles fueron sus palabras pero fue algo así como «creo que te falta el arte del pitching«, refiriéndose precisamente a que no se sabía bien, después del texto que había escrito, de qué demonios iba la historia.

No le conté nunca a Javi, y me arrepiento ahora, que estando con Eduardo Carneros en la Berlinale, nos vino un productor inglés de Independent Films y nos preguntó por un proyecto que le había pitcheado Javi varios años atrás. El productor inglés lo recordaba años después…

Javi tenía ese don, ese arte de contarte una historia de la forma más atractiva posible. Como él decía, para que al que la escuchara, «se le pusiera dura». Podía estar disgustado por temas económicos o por problemas de salud, pero Javi nunca perdía la sonrisa. Recuerdo que una vez nos dijo a Asier Guerricaechebarria y a mí, que cuando algo parecía imposible e inalcanzable, «siempre hay que negar la mayor».

Quizá ninguna de las películas de los Ibarretxe haya sido un éxito de taquilla (sí que lo fue su serie de tv pionera Las memorias de Karbo Vantas), pero gracias a rodajes de películas como Sabotage! se crearon muchos puestos de trabajo y tuvieron un impacto económico positivo en Euskadi.

¿Cuántos productores pueden contar que han sido nominados a los Oscars, que han ganado la Caméra d’Or en el Festival de Cannes y que una de sus producciones fue adquirida en su día por dos estudios de Hollywood: United Artists (Tom Cruise) y Dreamworks (Steven Spielberg)? Creo que muy pocos.

Ahora se está empezando a incentivar atraer rodajes internacionales para que repercuta sobre nuestra economía; para que tengan efectos directos tanto en el empleo del audiovisual, como en el turismo. Si se da esto hoy en día, es en parte gracias a visionarios como Javi Ibarretxe que siempre creyó que cine y dinero no tenían por qué rechazarse.

Esta noche, a partir de las 20:00, en el Cineclub del Evidence Café Teatro, dentro de una sesión especial dedicada a su memoria, se proyectará en exclusiva el nuevo montaje de Sabotage! (Ibarretxe Brothers, 2000), que cuenta con la participación estelar de, entre muchos otros, Santiago Segura, Stephen Fry y Dominique Pinon, tres figuras del cine europeo y tres grandes amigos de los Ibarretxe, como todos los que acudiremos al Evidence a recordar a Javi.

 

Diario de un festival: Una noche irrepetible

El pasado jueves 22 de noviembre tuve el inmenso placer de presentar el documental La Otxoa, sin complejos en el auditorio del Museo Guggenheim dentro de la sección Miradas desde Euskadi del festival Zinebi.

Fue una noche irrepetible. La sala estaba a reventar y hubo incluso quien se quedó fuera y no pudo verlo. Desde aquí mi más sincera disculpa a esta gente. Prometo que la próxima vez que lo proyectemos (espero que muy pronto), ellos serán los primeros en entrar en la sesión.

Comenzamos el rodaje de La Otxoa, sin complejos un lejano 17 de agosto de 2009. No ha sido sencillo terminar; es más, durante dos largos años parecía que la película nunca se haría. Pero si algo hemos aprendido es que las películas tienen su timing, su momento. Había que dejar pasar un tiempo (tampoco mucho para que no se enfriara demasiado) y después rematar bien el trabajo. Yo nunca perdí la esperanza con este proyecto. Never give up! como decía uno de los personajes de la gran comedia italiana Reality (Matteo Garrone, 2012).

Pero bueno en esos dos años (2010 y 2011), menos hacer el documental, he hecho de todo: participar en un montón de cosas y adquirir una experiencia importante. Empecé a escribir con Asier Guerricaechebarria mi primer guión de ficción, Eskorbuto; trabajé en el rodaje de Un mundo casi perfecto de los Hermanos Ibarretxe y también en Misión Lipdub, un programa de televisión, un talent show, que concebimos y desarrollamos en la productora Armonika Eduardo Carneros, María Maestre, el propio Asier y un servidor. Después, en el 2011, estuve de ayudante de producción en el telefilm La Conspiración de Pedro Olea, producido por IDEM4. Y es en esta misma productora en la que he estado desde entonces hasta ahora para terminar La Otxoa…

A todos los que habéis contribuido a terminar este documental os quiero dar las gracias. Sobre todo a José Antonio Nielfa, La Otxoa, por su ayuda y disposición. A Marina Paugam y Jean-Michel Rodrigo de Mecanos Productions, por todos sus buenos consejos, al paciente y profesional equipo técnico, al equipo de IDEM4, a las televisiones (ETB, TVE y TLT), y a las instituciones como el Gobierno Vasco, el Ministerio de Cultura francés y la Procirep. A todos: Eskerrik asko, merci beaucoup.

Diario de rodaje «Un mundo casi perfecto»

Ante la inminencia del estreno de la película «Un mundo casi perfecto» en el Festival de Cine Español de Málaga (la proyección tendrá lugar el próximo 31 de marzo), aquí les dejo el recopilatorio de posts dedicados al rodaje de la película que se fueron publicando, a modo de diario, durante el pasado mes de Agosto de 2010:

1 de Agosto

El pasado viernes 16 de julio, comenzó el rodaje de “Un mundo casi perfecto“, largo-metraje de ficción de Esteban y José Miguel Ibarretxe, más conocidos como Hermanos Ibarretxe. Se trata de una producción de Armonika Entertainment con la participación del Ministerio de Cultura (ICAA) y ETB. Los actores principales son: Javier Merino (componente de los Louviers, y uno de los actores de la serie de TVE “Pelotas” de José Corbacho), Antonio Dechent (“Smoking room” y de la serie “La familia Mata”) y Alex Angulo (“El día de la bestia”, “El laberinto del fauno”, “Periodistas”, etc… en fin, uno de mis actores favoritos desde siempre). El rodaje se efectúa casi íntegramente en escenarios del nuevo Bilbao, “una ciudad casi perfecta”…

Se trata de una comedia de acción, típicamente ibarrechiana, a medio camino entre un Heat (Michael Mann, 1995)  a la bilbaina y la conjura de los necios de Kennedy Toole (al parecer hicieron una adaptación cinematográfica de esta obra pero no la he visto).

Formo parte del equipo de producción de la película: los de producción son los que llegan los primeros y se van los últimos, y en medio, se encargan de que todo funcione bien y que no se pare el rodaje por ninguna causa externa. De ahí frases como ”A ver Producción, ¿Por qué oímos los berreos de un niño?” o “necesito a alguien de producción que me vaya a comprar tal y cual cosa”.

Mi función en la película es la de auxiliar de producción, me dedico al tema de las localizaciones. Me encargo de chequear de que todo va bien cuando vamos a una localización: contacto con las personas que deban autorizarnos a  rodar allí, me encargo de reservar los espacios de aparcamiento, busco la electricidad que nos permita preparar el café y un montón de tareas más, muy diversas, unas cansinas, otras mecánicas, algunas improvisadas pero muy formadoras todas ellas. Hasta el momento, no hemos tenido grandes sobresaltos, seguimos vivos y todo funciona, más o menos, bien…

A partir de mañana 2 de agosto y hasta el sábado 7 de agosto estaremos rodando en el Casco Viejo en el histórico templo del rock de barrenka, el KATU, donde habrá un poco de todo : desde el apartamento del protagonista Ismael (encarnado por Javier Merino, nuestro Ignatius Reilly particular)  hasta un intento de homicidio dentro del propio bar… Por supuesto que esto es ficción, no se crean todo lo que ven en las películas…

Estoy pensando en cómo demonios conseguiremos aparcar nuestras furgonetas en el Casco Viejo…

Que Dios nos coja confesados…

4 de Agosto

Esteban Ibarretxe, director, guionista y productor de Un mundo casi perfecto, mira fijamente hacia el mercado de la Ribera mientras pega un patada al suelo de la calle de Barrencalle como para cerciorarse de que, efectivamente, se encuentra allí: “joder, esta calle, son tantos años ya” y resopla, como ya le he visto hacer varias veces, con la camisa empapada de sudor. Quizá no termina de creerse que una de las localizaciones más importantes de su última película sea en su bar preferido, el KATU, el bar legendario de barrenka, cuyos propietarios, Juanma, Juanmi e Iñaki siguen, como él, fieles a su estilo: rebeldes, inmunes al inevitable paso del tiempo.

El KATU abre de lunes a sábado todas las noches. Se trata del último superviviente de aquellos garitos en los que se montaban unos cristos increíbles. Como el KATU, Esteban ha vivido todo el esplendor del Barrencalle de los mejores días y ahora ha querido rendir homenaje, al bar y a la calle, rodando allí durante una semana. Pues a mi me parece muy bien.

10 de Agosto

Mis hermanas, Ainhoa y Maite, y yo tenemos una película de cabecera: Tu novia está loca (Enrique Urbizu, 1987). La hemos visto tantas veces que nos sabemos los diálogos “al dedillo” (expresión que aprendimos de la misma película). Es la historia de Amaia (Ana Gracia) directora de una agencia de publicidad que se topa un día con el actor de sus sueños, Juan Vergara (Santiago Ramos), en un bar de Bilbao y terminan esposados después de una discusión con unos impresentables y que tras pasar la noche juntos debido a que no pueden separarse (por las esposas, se entiende), se enamoran. A todo esto entra en juego el prometido de Amaia, Mikel (Antonio Resines) apoyado por la pléyade de trabajadores de la agencia de publicidad temerosos de que la agencia se vaya al garete si Amaia decide irse a vivir con Juan (María Barranco, Marisa Paredes, Guillermo Montesinos, casi nada). Se trata de una comedia de enredo bastante honesta que sin llegar nunca a las cotas de Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar, 1988) o de Todo por la pasta (Enrique Urbizu, 1990), representa un clásico para mis hermanas y para mí.

Uno de los personajes secundarios que más nos gustó fue el personaje interpretado por Alex Angulo, Gonzalo Yuste, un “picapleitos del tres al cuarto” (expresión también sacada de Tu novia…) que representa a una importante y conservadora empresa que quiere contratar los servicios de la agencia de publicidad. Alex Angulo está soberbio encarnando al servil y cobarde Yuste cuya visión de la vida choca de frente con la alocada vida de Amaia y sus amigos…En Un mundo casi perfecto, Alex Angulo interpreta genialmente al Inspector Iturrioz.  En una de las secuencias del Inspector Iturrioz, hay una sorpresa que se desvelará en el estreno de la película. (Les daré una pista: tiene que ver con el autor de este blog).

Han pasado ya 23 de años de Tu novia está loca y las cosas han cambiado un poco más que un poquito: la forma de hacer películas (antes se rodaba en cine, ahora estamos rodando con una cámara de fotos Canon 5D), el Bilbao de Tu novia… y el Bilbao de Un mundo… no tienen nada pero nada que ver. Seguro que Alex Angulo también ha cambiado mucho, pero él sigue estando magistral y su trabajo perdura en el tiempo. Prueba de ello es su interpretación en dos grandes películas como El día de la bestia (Alex de la Iglesia, 1995)  y El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006). Ahí es nada.

11 de Agosto

“Estamos llegando al final del rodaje”, “lo peor ya ha pasado” o “si sigo comiendo bollería del catering acabaré diabético” son las frases más habituales estos días en el set de un mundo casi perfecto, la película preferida de todos los niños de Barrencalle. Aquí les dejo una foto sacada en esta misma calle por el productor Eduardo Carneros en la que Asier Guerricaechebarria (auxiliar de producción) atiende las explicaciones de Javier Arriaga (segundo ayudante de dirección) mientras este come una pera y, a la derecha, el autor de este blog es pillado de brazos cruzados…

Esta semana nos ha tocado rodar en Deusto cerca de San Felicísimo una de las escenas más complicadas de la película: el atraco al banco. No quiero desvelar nada de la película, pero sí que hay un atraco y también un furgón blindado. Ya les dije que la historia es un cruce (pero sin cedas al paso ni stops) entre Heat y La conjura de los necios. De hecho nuestro Robert de Niro es Antonio Dechent (actor sevillano de carácter que interpreta a Willy, el malo que da consejos sobre mujeres al bueno) y Val Kilmer es acá Jon Ariño, uno de esos actores para los que parece siempre que hay un papel reservado para ellos.

Asier me ha contado hoy que Esteban Ibarretxe ha soltado una frase muy mítica que merece ser recordada aquí. Le estaba explicando a uno de los personajes que entran al banco (un jubilado con una fuerte tos) cómo llevar la libreta del banco ”tú agarras muy fuerte la libreta, como hacen los jubilados, como si te la fueran a quitar”…

Mañana terminamos la secuencia del atraco y por lo que parece vamos a tener un final de rodaje tranquilo. Aunque seguro que al decir esto, el universo conspira contra nosotros para hacernos más duros estos últimos 9 días. Es lo que te pasa cuando te relajas y cuando te crees que tienes todo controlado.

El final del rodaje coincide con el comienzo de la Aste Nagusia, el 21 de Agosto. El final de 5 semanas de desenfreno laboral coincide con el comienzo del desenfreno y locura de las fiestas de Bilbao. Que Dios nos coja confesados…

15 de Agosto

En el mundo del audiovisual y del cine he trabajado en 7 documentales, en unos 10 cortos y en 2 largometrajes de ficción (La mujer del anarquista, Marie Noëlle y Peter Sehr, 2008, y ahora en Un mundo casi perfecto).

Existen bastantes diferencias entre el documental y la ficción. Básicamente, en ambos se trata de contar una historia a través de imágenes y sonidos. Es así de simple, no hay otra verdad que esa. La gran diferencia entre los dos es que en la ficción la historia ya está escrita (en forma de guión) y en el documental existe una cosa llamada tratamiento que es como una lista en la que vienen todos los ingredientes de la historia: cual es la historia que quieres contar, cómo la quieres tratar, cuales son las imágenes más relevantes, etc… pero sin guionizar ya que, realmente, nunca sabes muy bien lo que va a pasar, puedes intuirlo sí, pero no lo controlas tanto como en la ficción donde tienes un guión, unas pautas fijadas. Si el guión es bueno, es responsabilidad del director convertirlo en una gran película.

En Un mundo casi perfecto estoy trabajando en producción y hay infinidad de cosas que hay que controlar, un compendio de pequeños detalles que hacen que las cosas funcionen bien o mal. En general, si se ha preparado bien y se han anticipado los marrones que nos pueden complicar la vida, el trabajo no suele ser muy agobiante. Se trata, en definitiva, de que no haya problemas que paren el ritmo del rodaje, de que no haya interferencias. Rodar es caro porque hay que pagar el sueldo de mucha gente, alquilar el material y si un día el rodaje se para porque llueve, porque se fastidie un foco, porque tengas un accidente de tráfico o porque te roben el camión de vestuario, pues nada, hay que estar preparado para solventar los problemas.

Hasta el momento, no hemos tenido enormes problemas y todo está saliendo según el plan previsto. Cruzo los dedos para que siga así. Los principales marrones de producción han sido marroncillos para mi jefa, (la jefa de producción de la película), Sara Bergasa, una persona hecha para trabajar con ella.

Aquí les dejo una foto que la he puesto con mi perfil del facebook, y en la que aparezco vestido de Ertzaina al lado del gran Antonio Dechent. Ya saben, los de producción tenemos que estar dispuestos a todo, incluso a hacer de extras cuando la situación así lo requiere.

25 de Agosto

El pasado sábado 21 de agosto justo cinco horas antes de que el pregonero de la Aste Nagusia nos invitara a la ruina económica en las fiestas, terminó el rodaje de un mundo casi perfecto, después de cinco intensas semanas, sin que se conocieran grandes sobresaltos, ni tampoco cuantiosas pérdidas financieras en el presupuesto de la película, ni desgracias personales de ningún tipo. Si que hubo que lamentar alguna que otra resaca al día siguiente de la fiesta de fin de rodaje…

La edición de la película comenzará dentro de dos semanas y la película se estrenará en el 2011, con las fechas aún por decidir. Ya les iré informando puntualmente en este mismo blog. Aquí les dejo una foto del rodaje en uno de los lugares más emblemáticos del nuevo Bilbao: La Alhóndiga. (En la foto aparece el autor de este blog sentado vigilando el material de rodaje junto a Mikel Alonso, meritorio de producción y eléctrico de corazón. Mikel ha sido un gran descubrimiento para esta profesión, se lo ha currado muy bien).

Por otro lado, no puedo desvelar a qué se refiere el título un mundo casi perfecto. Creo que esconde un significado metafórico. Igual tiene que ver con aquella frase (más bien, parida) de Miguel de Unamuno, que decía que “El mundo es un Bilbao más grande”.  Quizá un mundo casi perfecto quiere decir que el mundo es como un Bilbao casi perfecto, porque Bilbao, de por sí, es perfecto… No se.

Puede que un día echemos la vista atrás y hablemos de esta época como aquel tiempo en que se empezaron de nuevo a rodar películas en Bilbao. Prueba de ello es esta misma película o Pagafantas (Borja Cobeaga, 2009) o La Máquina de pintar nubes (Aitor Mazo y Patxo Telleria, 2009). Contamos con directores, productores y técnicos de gran prestigio que ya no tienen porqué marcharse a Madrid o a Barcelona y además la coyuntura nos es favorable: el nuevo Bilbao y su conversión en una ciudad de servicios que no tiene nada que ver con lo que era hace 20-25 años. Súbanse un día al tranvía que va desde Basurto hasta Atxuri y lo comprobarán por sí mismos. Creo que Bilbao debería aprovechar esta coyuntura y seguro que en tiempos venideros se harán 3-4 películas al año en nuestra villa. Se puede.

Un mundo casi perfecto, Making of

No nos podemos olvidar también del making of realizado por el cámara y fotógrafo Jorge Salvador (que sale en el minuto 2’47» del mismo). Ya que en entradas anteriores me fijé en el reparto principal y en los directores y productores de la película, esta vez voy a centrarme en el excelente equipo técnico de la película sin el que esta no hubiera podido realizarse.

Atención solteras, el autor de este blog aparece en torno al minuto 3’06» del vídeo:

En el 1’37», Gaizko Fanarraga, foquista y de Algorta; Asier Guerricaechebarria (el Jean Pierre Leaud de Bilbao Me Mata); en el 2’04» Maibea Delgado y Susana Ibarretxe, maquillaje y peluquería, o viceversa; en el 2’21» el eléctrico Ernesto Báez; en el 2’25», de izquierda a derecha, un póker de mujeres irrepetible: la actriz finlandesa Emilia Uutinen, la jefa de producción Sara Bergasa, la jefa de vestuario Eva Urquiza y la actriz Mairim Pérez; en el 2’36», el representante de la high-society donostiarra, segundo ayudante de dirección, Ekain Irigoien junto a su homólogo en Bilbao José De la Sota (Delasoul para los amigos, meritorio de producción); en el 2’41» el Jefe de sonido Xanti Salvador, al que queremos a pesar de su peculiar gusto culinario; Esteban Ramos director de fotografía y de Algorta en el 2’50»; Diego Martin, atrecista y muy muy majo en el 3’04»; Iñaki Diez, microfonista cuya pértiga es una extensión de su brazo en el 3’08»; Mapi Plou, adorable regidora y Teresa Bacelar, mi mejor amiga de Oporto, ambas sentadas en una campa de Abornícano, en el 3’15»; el entrañable y a veces, quejica, Elías Fernández, jefe de eléctricos, en el 3’21»; el atrecista de rodaje inagotable fuente de saber enciclopédico que reside en el centro de Basauri, Alberto García Macías en el 4’53» y por último, la chica que corre al final  del vídeo, obvio homenaje a la nouvelle vague (pero cambiando París por Elorrieta), meritoria de arte, Jone Ibarretxe.

Faltan Ángela Gómez-Alba (ayudante de cámara), Moritz Von Daugern (eléctrico), Marina De la Fuente (meritoria de vestuario), Tere Ibarretxe (catering), Peru Galbete (eléctrico), Patrica Muñoz (script), Javi Ortega (segundo ayudante de dirección), Esther Rodríguez (meritoria de arte), Julius Lázaro (atrecista) y los maquinistas Ernesto y Carlos. Seguramente que me olvido de alguno más.

Además del equipo técnico han ido apareciendo en diferentes entradas Guillermo Llaguno (director de arte), Josito (primer ayudante de dirección), Mikel Alonso (meritorio de producción) y por supuesto, Javi Arriaga (segundo ayudante de dirección).

Si nos dejamos, claro

Un mundo casi perfecto, la última comedia de los Hermanos Ibarretxe protagonizada por Javier Merino, Antonio Dechent y Alex Angulo, producida por la productora bilbaína Armonika Entertainment, que cuenta con la participación del Ministerio de Cultura ICAA y de ETB, y que ha sido rodada en exteriores del nuevo Bilbao, está a punto de estrenarse.

Estos días se ha hablado mucho sobre la incorrección política, sobre todo a raíz de la predimisión de Alex de la Iglesia y las gracias, sin ninguna gracia, de Nacho Vigalondo.

En este contexto de ambiente enrarecido en el mundillo del cine, en vísperas de los Goya, me parece oportuno exponer el concepto de la película Un mundo casi perfecto (lo que se llama también la memoria, de donde surge la idea, el qué es lo que se quiere contar).

No sé si está escrito por Esteban Ibarretxe, por su hermano Josemi o puede que por ninguno de los dos. Es una opinión libre que comparto totalmente. A ver qué les parece:

«Un mundo casi perfecto es una película política y socialmente incorrecta, y por ello mismo doblemente necesaria por cuanto tiene de gesto primigenio de libertad en un mundo en el que, como nunca antes, hasta las más ínfimas expresiones culturales nacen y mueren sometidas a una presunta corrección que no es sino un páramo de miedo y miseria en el que los sátrapas de la globalización pretenden diluirnos y hacernos desaparecer. Si nos dejamos, claro.»

Unax Ugalde

Mi hermana Ainhoa tiene una relación peculiar con el cine ya que, por ejemplo, no ve películas de miedo porque le dan miedo y le encanta todo lo que ha hecho el actor vitoriano Unax Ugalde. Como hace ya algunos años que no va al cine (apenas encuentra tiempo entre el curro y criar a dos hijos) se ha perdido las últimas películas de Unax, sobre todo, La buena nueva (Helena Taberna, 2009) y Bon Appétit (David Pinillos, 2010).

En La buena nueva, Unax Ugalde interpreta al padre Miguel, un párroco de carácter que en la víspera de la guerra civil llega con su maleta llena de promesas de impartir el Evangelio (que etimológicamente quiere decir buena nueva) a un pueblo navarro donde cohabitan rencillas incurables de las guerras carlistas y odios soterrados a punto de estallar violentamente. El pueblo es la viva imagen de aquella España y La buena nueva es el viaje del cura Miguel hacia la dignidad en medio de un conflicto imposible de solucionar.

La película, a mi juicio, es el mejor trabajo de la cineasta de Alsasua (me queda por ver el documental Nagore que está ahora en cartelera), y destaca también la convincente interpretación de Unax, llena de matices psicológicos y de recursos físicos (la forma de caminar, la manera de mover los brazos). A pesar de que no haya leído el libro de memorias del padre Marino Ayerra (No me avergoncé del Evangelio) en el que está basada la película, Unax Ugalde consiguió que recordara aquella especie de mano dura pedagógica que tenían los curas de mi colegio.

Vi Bon Appétit en los zubiarte, y me alegra saber que esta coproducción alemana española y suiza siga en cartelera. Daniel (Ugalde) es un cocinero que trata de abrirse camino por su cuenta y conoce a Hannah (Nora Tschirner) que sale con un famoso chef de Zurich. Se trata de la vieja historia de “chico conoce chica” pero contada de una manera fresca y honesta por David Pinillos. También me gustó comprobar una vez más que Bilbao es un excelente marco para una película y que muchos de los que trabajaron en Bon Appétit también lo hicieron en Un mundo casi perfecto.

Puede que un día Ainhoa vuelva a ver películas de Unax Ugalde y redescubra a uno de los mejores actores españoles que ha dejado hace tiempo de ser tan solo una cara bonita. A ver si lleva a su marido Koldo a ver su próxima película No controles de Borja Cobeaga, prevista para Febrero del 2011. Solo tienen que dejarme a mí los niños por un par de horas y les invitaré a la entrada ya que los miércoles en los Zubiarte entran dos por el precio de uno. Y pensar que hay gente que dice que el cine es caro…

Ricardo Goyoaga

Lamentablemente Ricardo Goyoaga (nacido y vivido en Bilbao hace 50 y muchos) no podrá ya ver la película Un mundo casi perfecto en la que aparece interpretándose a sí mismo como parroquiano en una tasca. Ricardo falleció el pasado sábado por causa de un cáncer de garganta que, últimamente, le impedía articular palabra. Es más, si quería dirigirse a alguien del equipo durante el rodaje, lo hacía a través de una libretilla y un lápiz. Y en esa libretilla siempre escribía frases lejos de toda convencionalidad, frases extravagantes, sentencias sacadas de un libro o inventadas sobre la marcha, como aquella vez que alguien se quejó por el comportamiento de otro compañero durante el rodaje y él escribió esa verdad impepinable de La Rochefoucald: «Establecemos reglas para los demás y excepciones para nosotros mismos».

Hemos hablado con Javier Ibarretxe, productor ejecutivo de Un mundo… sobre Ricardo esta mañana. Nos lo ha descrito como alguien que poseía una vastísima cultura, representante del Bilbao de antes, uno de esos personajes chirenes que incluso montó un Club denominado Carlotita Bilbao, una especie de congregación exclusiva de personajes variopintos de la villa en la que él ejercía de maestro de ceremonias. Ricardo llegó incluso a inventarse una música y una coreografía. Al parecer se ponía de pies en una mesa, cantaba la canción y animaba el cotarro como nadie. Hombre de gran bondad siempre muy amigo de los suyos, Ricardo tenía bastante de anacrónico, como de personaje de otro tiempo. Puede apreciarse en esta foto del 2001 en la que aparece junto a Javier y junto a una amiga de ambos.

Vivía en Gardoqui y frecuentaba el bar Negro y blanco de la calle Lutxana. Yo lo veía bastante por el barrio pero no le he conocido hasta este verano. Precisamente el día 18 de agosto, el día de su cumpleaños, tres días antes de la finalización del rodaje, escribió una carta dirigida a los componentes del equipo de Un mundo casi perfecto:

Bilbao, 18-VIII-2010

«Al equipo simpático y compacto:

Es para mí, sin lugar a dudas, algo rejuvenecedor y a la vez agotador, vivir de nuevo, aunque no entero, el movidón que se monta en torno al cine, y me hace repetirme esa gran verdad que dice : «Pa’qué te quejas si te gusta».

Tampoco hay duda de que es una afición cansada. Cuando se cumple la jornada de 11 horas (como hoy, POR EJEMPLO, es todo un lujo).

Repetirse a uno mismo en cada producción: «Yo esto no lo vuelvo a hacer vive Dios que esta es la última» es cosa inútil. Estamos muy enganchados: los más y los menos veteranos. En cuanto a los novatos se definen como infatigables y el futuro reside en sus cabezas, esponjas de las técnicas que son más veloces que sus piernas.

Un abrazo estrecho para cada uno y un beso en la ancha frente de Esteban y en la nueva perilla de Josemi, «el ilustrísimo» inventor de historias disparatadas.

Adelante, falta poco y más tarde la experiencia asciende a grados Fahrenheit y de los otros.

Salud,

El Parroquiano».

Descanse en paz, pues.

Corte de tráfico casi perfecto

Este post viene a cuento de nuestra experiencia cortando tráfico en algunas calles de Bilbao en el rodaje de Un mundo casi perfecto. A pesar de que la gran mayoría de vecinos del Casco Viejo, Deusto, Uribitarte y Sarriko estuvieran entusiasmados porque sus calles salieran en la película y porque hubiera “movimiento” en el barrio, hubo también algunos pocos que sí que se quejaron llegando incluso a llamar al ayuntamiento para protestar. Gente que no tiene nada que hacer durante todo el día y que aprovechan la más mínima oportunidad (como un rodaje enfrente de su casa) para adquirir un poco de notoriedad. No es más que eso. Esta minoría ruidosa de vecinos tienen la certeza de que los que trabajamos en el cine somos unos vagos, unos artistillas que nos dedicamos a molestar a ciudadanos de bien, ellos mismos, que pagan sus impuestos…

Les mostraré el ejemplo práctico de un corte de tráfico realizado en la calle Islas Canarias a mediados del pasado mes de agosto. La esencia de parar el tráfico no es complicar la vida de los conductores sino que los diálogos de la película no recojan el sonido ambiente de los ruidos de los motores de los coches o las motos. Se trata de que el sonido sea lo más limpio posible, de ahí la frase «Silencio, se rueda!»… Es preferible que una toma sea grabada sin ninguna interferencia de sonido exterior, ya que el sonido ambiente puede ser incluido posteriormente en postproducción… A veces nos interesa tener el sonido ambiente en una toma, pues bien, este no es el caso:

Las fotos que vamos a ver a continuación son de Guillermo Llaguno, director de Arte de la película  y el tipo al que siempre buscas a la hora de comer para sentarte al lado y echarte unas risas. A él se le deben frases que hemos incluido en nuestro vocabulario como ¿me lo estás diciendo a mí?, respuesta que nos dio cuando le pedimos que nos hiciera un favor totalmente fuera de contexto.

El protagonista de la sucesión de fotos no es otro que Asier Guerricaechebarria guionista de profesión y auxiliar de producción en un mundo casi perfecto. Ustedes se preguntarán qué demonios hace un guionista cortando el tráfico. La única respuesta que puedo dar es que así hacemos las cosas en Bilbao.

En la Foto nº1, vemos a Asier dirigiéndose al cruce donde ha de realizarse el corte de tráfico. Segundos antes, Asier ha recibido instrucciones a través del walkie-talkie del primer ayudante de dirección, Josito, para que fuera al lugar y se preparase para los cortes. Josito ha sido sin duda uno de los pilares sobre los que se ha sostenido el rodaje, y como bien decía Asier, «lo único malo de él es que tiene que hacer su trabajo». Así que cuando Josito nos decía una cosa sabíamos que era así y que debíamos cumplirla. Al principio pecamos un poco de ingenuos y le dábamos vueltas a las cosas y él casi siempre nos respondía «Os entiendo, pero hay que hacerlo así». Es una lección del cine: aunque haya cosas que parecen absurdas e incluso insolidarias, existe siempre un protocolo, unas reglas tácitas que hacen que las cosas funcionen. Y gente como Josito, con más de 20 largometrajes a su espalda, saben de esto un poco.

En la foto nº2, Asier confirma a los de dirección que el tráfico está cortado y esto hace que Josito pueda decir aquello de «Motor y… ¡Acción!» para proceder a rodar la toma. También puede estar avisando a los de dirección que ha abierto el tráfico si previamente ha oído «¡Corten!» a través del walkie-talkie. Si no se ha oido el «¡Corten!», por precaución es mejor seguir con el tráfico cortado ya que si dejamos pasar un coche o preguntamos por el walkie-talkie: «¿habéis cortado?»,  podríamos estar echando a perder la toma buena, y si tenemos la toma buena pero por una interferencia externa esta toma no vale, pues habría que volver a rodarla y quién sabe si la nueva toma sería tan buena como la toma de antes y el equipo se dirá: «Era tan buena la otra toma, la echo tanto de menos, éramos tan felices…». De esto, entienden un rato los que oyen lo que nadie oye, o sea, el equipo de sonido directo de la película, con Xanti Salvador a la cabeza, Iñaki Diez de microfonista y Teresa Bacelar como meritoria. Ellos saben que un ruido puede echar a perder una toma y sufren pensando en que será muy difícil eliminar ese ruido a la hora de mezclar el sonido.

En la foto nº3, sucede lo que nadie de producción queremos que suceda: un policía municipal se ha visto inmerso en un corte de tráfico y está pidiéndole explicaciones a Asier. En estos momentos críticos, ha de guardarse la cabeza fría, y remitirse a la autorización que el ayuntamiento de Bilbao nos ha otorgado y que es la posibilidad de realizar cortes intermitentes siempre inferiores a 3 minutos. ¿Habrá conseguido Asier convencer al policía municipal? (Por otro lado, vemos a Mikel Alonso con el brazo izquierdo levantado impidiendo el paso de los coches que vienen de la izquierda. A pesar de la presencia del policía Mikel sigue haciendo su trabajo, es decir, parar el tráfico para que se pueda seguir rodando…)

 

En la foto nº4, la situación se tensa, Asier le indica al policía donde se encuentra el set de rodaje. Mikel, por su parte, sabe que se puede estar rodando el plano de la película (cuando el chico se declara a la chica o viceversa, aunque pensándolo bien no hay mucho de esto en un mundo…) y aguanta estoicamente manteniendo el brazo izquierdo en posición de prohibido pasar…

En la foto nº5, el policía municipal vuelve a su coche patrulla. Finalmente, le han convencido las explicaciones de Asier y tendrá que esperar un momentito, ya que, como vemos, Mikel sigue impidiendo el paso de los vehículos…

Un rodaje casi perfecto (final)

El pasado sábado 21 de agosto justo cinco horas antes de que el pregonero de la Aste Nagusia nos invitara a la ruina económica en las fiestas, terminó el rodaje de un mundo casi perfecto, después de cinco intensas semanas, sin que se conocieran grandes sobresaltos, ni tampoco cuantiosas pérdidas financieras en el presupuesto de la película, ni desgracias personales de ningún tipo. Sí que hubo que lamentar alguna que otra resaca al día siguiente de la fiesta de fin de rodaje…

La edición de la película comenzará dentro de dos semanas y la película se estrenará en el 2011, con las fechas aún por decidir. Ya les iré informando puntualmente en este mismo blog. Aquí les dejo una foto del rodaje en uno de los lugares más emblemáticos del nuevo Bilbao: La Alhóndiga. (En la foto aparece el autor de este blog sentado vigilando el material de rodaje junto a Mikel Alonso, meritorio de producción y eléctrico de corazón. Mikel ha sido un gran descubrimiento para esta profesión, se lo ha currado muy bien).

Por otro lado, no puedo desvelar a qué se refiere el título un mundo casi perfecto. Creo que esconde un significado metafórico. Igual tiene que ver con aquella frase (más bien, parida) de Miguel de Unamuno, que decía que «El mundo es un Bilbao más grande».  Quizá un mundo casi perfecto quiere decir que el mundo es como un Bilbao casi perfecto, porque Bilbao, de por sí, es perfecto… No se.

Puede que un día echemos la vista atrás y hablemos de esta época como aquel tiempo en que se empezaron de nuevo a rodar películas en Bilbao. Prueba de ello es esta misma película o Pagafantas (Borja Cobeaga, 2009) o La Máquina de pintar nubes (Aitor Mazo y Patxo Telleria, 2009). Contamos con directores, productores y técnicos de gran prestigio que ya no tienen porqué marcharse a Madrid o a Barcelona y además la coyuntura nos es favorable: el nuevo Bilbao y su conversión en una ciudad de servicios que no tiene nada que ver con lo que era hace 20-25 años. Súbanse un día al tranvía que va desde Basurto hasta Atxuri y lo comprobarán por sí mismos. Creo que Bilbao debería aprovechar esta coyuntura y seguro que en tiempos venideros se harán 3-4 películas al año en nuestra villa. Se puede.

 

Un rodaje casi perfecto (Día 25)

En el mundo del audiovisual y del cine he trabajado en 7 documentales, en unos 10 cortos y en 2 largometrajes de ficción (La mujer del anarquista, Marie Noëlle y Peter Sehr, 2008, y ahora en Un mundo casi perfecto).

Existen bastantes diferencias entre el documental y la ficción. Básicamente, en ambos se trata de contar una historia a través de imágenes y sonidos. Es así de simple, no hay otra verdad que esa. La gran diferencia entre los dos es que en la ficción la historia ya está escrita (en forma de guión) y en el documental existe una cosa llamada tratamiento que es como una lista en la que vienen todos los ingredientes de la historia: cual es la historia que quieres contar, cómo la quieres tratar, cuales son las imágenes más relevantes, etc… Pero sin guionizar, ya que realmente nunca sabes muy bien lo que va a pasar; puedes intuirlo sí, pero no lo controlas tanto como en la ficción donde tienes un guión, unas pautas fijadas. Si el guión es bueno, es responsabilidad del director convertirlo en una gran película.

En Un mundo casi perfecto estoy trabajando en producción y hay infinidad de cosas que hay que controlar, un compendio de pequeños detalles que hacen que las cosas funcionen bien o mal. En general, si se ha preparado bien y se han anticipado los marrones que nos pueden complicar la vida, el trabajo no suele ser muy agobiante. Se trata, en definitiva, de que no haya problemas que paren el ritmo del rodaje, de que no haya interferencias. Rodar es caro porque hay que pagar el sueldo de mucha gente, alquilar el material y si un día el rodaje se para porque llueve, porque se fastidie un foco, porque tengas un accidente de tráfico o porque te roben el camión de vestuario, pues nada, hay que estar preparado para solventar los problemas.

Hasta el momento, no hemos tenido enormes problemas y todo está saliendo según el plan previsto. Cruzo los dedos para que siga así. Los principales marrones de producción han sido marroncillos para mi jefa, (la jefa de producción de la película), Sara Bergasa, una persona hecha para trabajar con ella.

Aquí les dejo una foto que la he puesto con mi perfil del facebook, y en la que aparezco vestido de Ertzaina al lado del gran Antonio Dechent. Ya saben, los de producción tenemos que estar dispuestos a todo, incluso a hacer de extras cuando la situación así lo requiere.